3.7.08

Quien teme a Dios no tiene miedo

La Secretaría Nacional de la CBR envió a todas las comunidades religiosas un mensaje que titula: “La Vida religiosa escucha, discierne y se compromete en estos tiempos nuevos” (va adjunto a este Mensajero). Una de las frases que me llama la atención es esta: “Este proceso (que ocurre en Bolivia) es irreversible también para nosotros y nosotras, ya que nos confronta evangélicamente con la pérdida de poder, nos lleva a empequeñecer y nos exige vivir en la invisibilidad que se parece a la levadura y a la sal, la locura de la cruz”.Todos nos preguntamos: ¿Cómo terminará este proceso?


¿Qué debemos hacer como Pueblo de Dios?

Nos fortalecen y desafían las Palabras del Señor del domingo pasado: “No temen, no tengan miedo”. El papa Benedicto XVI reflexionando sobre estas palabras de Jesús, decía el domingo 22 de junio a los fieles lo siguiente: “Ante el amplio y variado panorama de los miedos humanos, la Palabra de Dios es clara: quien “teme” a Dios “no tiene miedo”. El temor de Dios coincide con la fe en Él, con el respeto sacro por su autoridad sobre la vida y sobre el mundo… Quien teme a Dios experimenta en si la seguridad del niño en brazos de su madre, quien teme a Dios está tranquilo incluso en medio de las tempestades, pues Dios, como Jesús nos ha revelado, es un Padre lleno de misericordia y de bondad…. El creyente, por tanto, no se asusta con nada, pues sabe que está en las manos de Dios, sabe que el mal y lo irracional no tienen la última palabra, sino que el único Señor del mundo y de la vida es Cristo, el Verbo de Dios encarnado, que ha amado hasta sacrificarse a si mismo muriendo en la cruz pon nuestra salvación. Cuando más crecemos en esta intimidad con Dios, impregnada de amor, más fácilmente superamos toda forma de miedo”.

Queridas Hermanas y Hermanos. Nuestro Plan Pastoral apunta precisamente a crecer en esta intimidad con Dios. Recuerden que nuestro Objetivo General dice: “Desde el encuentro con Cristo fortalecer en nuestro Vicariato una Iglesia en comunión, responsable, solidaria y misionera que acompaña los procesos de evangelización, promoción humana y de pastorales específicas”.

Primera evaluación del Plan Pastoral

La fiesta de San Juan Bautista me hizo caer en la cuenta que ya estamos en la mitad del año. Se acercan las vacaciones invernales, un tiempo merecido para el descanso, tanto para alumnos/as como para los educadores/as.

Por otro lado, es también un tiempo de evaluación de las distintas áreas de nuestro Plan Pastoral. En el mes de febrero (27 al 29) en la Asamblea Pastoral del Vicariato se determinó que cada Vicario Zonal convoque cuanto antes una Asamblea Zonal para priorizar una vez más las líneas de acción de cada área en su zona.

En la clausura de misma Asamblea, el P. Bernardo Falkus, Vicario General, propuso que cada párroco se reúna con los agentes pastorales más implicados y vean juntos que líneas de acción del Plan Pastoral Zonal deberían realizar con más urgencia en su parroquia, “tenemos que convencernos que si no nos identificamos con el Plan Pastoral, entonces todo nuestro trabajo pastoral sería en vano” dijo.

¿Desembocan nuestras actividades zonales y parroquiales hacia un acercamiento más íntimo con Cristo? ¿Nos sentimos convocados por Cristo para que nuestras parroquias y zonas sean casas y escuelas de comunión, de participación y solidaridad con los que sufren?

Nuestro encuentro con Cristo en la Palabra, en la Eucaristía y en la Familia

Quiero dar gracias a Dios porque hemos podido retomar nuevamente la formación de los animadores de la Palabra de Dios (cfr. Mensajero de Junio, página 2). El mismo curso se realizará en Concepción del 17 al 20 de Julio.

También ya está en marcha la preparación para un curso intensivo de los ministros extraordinarios de la Eucaristía en el mes de Septiembre (los cuatro sábados). Qué los párrocos vayan fijándose en dos laicos/as (hombres y mujeres de fe y buena conducta) con una hermana religiosa que les acompañe.

Como no dar gracias al Señor por la Adoración Eucarística en la parroquia de La Asunta realizada a partir de la fiesta de Corpus Cristi todos los días desde las 15:00 hasta la hora de la Eucaristía vespertina. Agradezco al Señor que también en otras parroquias se retoma algunas iniciativas para llevar el pueblo a las fuentes de agua viva que es la Eucaristía. Que la Eucaristía sea cada vez más “Don de Dios para la vida del mundo”, pero también, para la vida de nuestra Iglesia Local y la vida de cada Parroquia.

Ruego también encarecidamente a todos los párrocos en acoger con cariño a nuestras familias a través de la Pastoral Familiar. Casi en todas las parroquias existen una o más familias con una preparación adecuada para realizar esta pastoral tan importante (Cfr. Mensajero de Junio, Encuentro de la Pastoral Familiar, página 6).

Finalmente invito a los miembros del Consejo Pastoral del Vicariato (los tres Vicarios Zonales, representante de la Vida Consagrada y de los Laicos) a un encuentro en San Ramón el día 21 de Julio a las 9:00 de la mañana. Hablaremos sobre los asuntos arriba mencionados y otros.

Agradezco a todos mis hermanos y hermanas en Cristo, por remar junto conmigo al Encentro con Cristo, Don de Dios para la vida del mundo. Al mismo tiempo desde Cristo acercarse a las personas que sufren y las situaciones conflictivas que vive hoy nuestro país. Por intercesión de María Inmaculada Concepción, el Señor les bendiga y acompañe.

Mons. Antonio Bonifacio Reimann, OFM